ÍNDIGOS
El mundo comenzaba a
preocuparse, una nueva raza había
nacido; los niños índigos, que de adultos manifestaban señales de seres
superiores.
Al año de vida, caminaban
perfectamente, a los tres años hablaban correctamente y entre los cinco y seis, leían como un alumno del último año de la
escuela elemental. A los siete, el
dominio de las computadoras personales maravillaba a maestros y familiares.
Entre los 10 y 11 años completaban el colegio medio. Procedían de sólo seis
naciones y pertenecían a clases
sociales altas.
El imperio, no tardó en
interesarse por ellos y emitió un decreto que obligaba a partir de los 12 años
su traslado a la capital Imperial, donde
terminarían de educarlos, mientras pasanteaban en diversos institutos y
laboratorios de las más altas tecnologías y de las más variadas especialidades.
Pasaron algunos años y los
Indigos seguían llegando a la
Capital y al parecer, pasaron al staff de muchos de los laboratorios,
institutos, empresas, centros de desarrollo tecnológicos y espaciales .
Un estudio realizado por la Central de Inteligencia
Imperial(ICI) llegó a la conclusión de
que a la larga los Indigos podrían ser
una seria amenaza para la seguridad de
imperio, y como Herodes en tiempo bíblicos, el senado imperial ordenó
secretamente su eliminación.
La falaz información se filtró,
quien sabe por que rendija y los Indigos apelando a su superdotada
inteligencia; decidieron contrarrestar la iniciativa.
Con el auxilio de sus compañeros y algunos sectores del ejército
que los respaldaron, los Índigos y las
fuerzas imperiales se enfrentaron en una inesperada guerra civil, de
aniquilación total, tecnológica, y a cualquier costo.
En Alemania, los Indigos que investigaban en los laboratorios de
robótica, armamento, aviación, químicos
y espaciales se rebelaron. En Japón, centros de robótica, electrónica de
avanzada e informática. Tanto en el
Imperio como en Berlín y Tokio, la estrategia para detener los ejércitos
imperiales noroccidentales fue sencilla, se apoderaron de algunas centrales
nucleares en las que trabajaban y amenazaron con derramar una alta dosis de
radiación. Ante los hechos, el alto mando imperial detuvo el plan de
exterminio, sólo temporalmente, hasta tanto estas centrales fueran retomadas y
los Indigos controlados. Para ello el AION(Fuerzas Armadas de Imperio) contaba
con fuerzas especiales, especialmente entrenadas para resolver problemas dentro y fuera del imperio, pero nunca se habían enfrentado a una inteligencia
superior, que superaba las normales en varios miles de tera bits de memoria.
Bien analizado, el error había
resultado fatal, un nuevo análisis del gobierno imperial llegó a la conclusión
, de que toda la civilización occidental y quizás el mundo, estaba bajo una
seria y concreta amenaza, la de sucumbir ante seres superiores y no
precisamente llegados desde el espacio.
Hugo
Smith, el lider de los Índigos, desde el ITR(Instituto de Tecnología Robótica),
organizaba mediante nuevo sofward, cada una de las posiciones que mantendrían y el plan de acción, comenzaba a
analizarse en las mesas de los
“Bunkers”. A la hora 00, habría un foro
interbunkers para analizar los pasos a
seguir.
Todos los centros estaban
comunicados con diversos satélites y el
de Control de Lanzamiento de Proyectiles
Nucleares en Órbita”(CCPO), cavado debajo de una montaña de granito, en el
centro del Imperio; había sido tomado y reprogramado. Sus misiles, ahora no apuntaban al oriente medio, ni a china,
sino al mismo centro del imperio y sus países periféricos o provincias
imperiales.. Si eran avasallados,
activarían los mismos. Señalaron desde el Control los azules.
El sistema era casi imposible de reprogramar, pues todas las claves habían sido modificadas por
los camaradas de Smith, de tal manera, que un vasto sector del imperio
estaba bajo amenaza del armamento conocido vulgarmente, como “Guerra
de las Galaxias”. Por lo que la situación era realmente grave, alarmante y
complicada.
El mundo, al parecer, seguía
andando, y si bien estaba pendiente de la
TV, y de los acontecimientos, ya que ambos bandos tenían su
propia información para el gran público y rápidamente se vio como cada uno
falseaba las mismas, para impresionar al adversario, táctica en toda guerra, y ganarse a la población civil o ciudadanos del
imperio.
El Ejercito Imperial(AION)
estaba paralizado. Con un presupuesto anual de
billones de dólares y más de 100 millones de hombres, no servían casi de
nada; el ahora enemigo, estaba infiltrado y hasta hace poco tiempo trabajaba gustosamente para el mismo imperio.
Hace
más de 2000 años, el Imperio Romano,
había sucumbido a la infiltración de los germanos (Bárbaros) que hicieron desaparecer el Imperio occidental en
el año 476.
Estudiando la situación, por el momento, era
imposible pensar en una acción directa de toma de tantos lugares diversos y claves, pero se estaba estudiando y no se
descartaba. Aunque sabían muy bien los generales que sería una locura asaltar o
volar un “búnker”, como llamaban a las críticas instalaciones tomadas. Ante la posibilidad de
represalia, y que los índigos desaten
una lluvia de misiles nucleares, químicos o bacteriológicos, que exterminarían
la vida, al menos de la capital y tal
vez, de todo el Imperio.
El último intento de apoderarse
del mundo, lo realizó el paranoico Adolfo Hitler, entre 1938 y 1942, invadiendo
Checoslovaquia, Austria, y Polonia; más tarde se apoderó de Bélgica, Francia,
Holanda, Dinamarca, Suecia y Noruega. Bombardeo Inglaterra durante un mes, con
oleadas de miles de aviones y toneladas de bombas. Luego, decidió invadir la
URSS con la famosa “Operación Barbarroja”, cuyo comienzo fue devastador,
llegando en septiembre del 41 a
las puertas mismas de Moscú.
Sitió la ciudad de Leningrado al
norte y jaqueó a Stalingrado al sureste; precisamente en ésta última es derrotado el Ejército 6-de
Von Paulus, comienzo del fín del tercer Reich, como llamaba Hitler a su
aventura, que le costó al mundo 50 millones de víctimas.Subestimando al pueblo ruso, en
cuanto a táctica, armamento, capacidad creativa y trabajo. Stalin, otro
paranoico se encargó de darle una
lección al Furher alemán, y a principios de 1945 los rusos ingresaron a Berlín,
desbastándola y violando a ciento de miles de mujeres. Hitler, se suicidó. Su intención era conquistar el mundo; a través del norte de Africa tomaría los
pozos petrolíferos de oriente medio,
misión a cargo del África Korps, al
mando del M. Rommel. Japón atacaría a
Rusia por oriente. Luego, le tocaría a
Inglaterra. Posteriormente, los nazis harían base un Sudamérica para aniquilar
a los EEUU, por el este. Los japoneses lo harían por el pacífico.(oeste).
Alemania, se apodaría del mundo pero sólo admitiría arios, el resto
estaba destinado a los campos de concentración y a las cámaras de gas. Su
principio, de que la raza aria era superior, creadora de la cultura y del
conocimiento del mundo no debía pervertirse, mezclándose con otras impuras,
sólo terminarían arruinando su linaje, criterio éste, que llevó al asesinato
de millones de europeos, en campos de
trabajos forzados y de atroces experimentos humanos.
Mientras tanto los Índigos se
organizaban, Hugo Smith impartía las Directivas para la fabricación de los modelos experimentales de robots
militares.
Los “Centros de Robótica” (IRC))
se pusieron en funcionamiento y varios modelos experimentales pasaron a las líneas de producción; entrarían en acción urgentemente y por primera
vez.
Entre ellos, se destacaba un
robot soldado o infante experimental, al que los Indigos llamaron IT36 en recordación al Tanque ruso
T36, quizás la pieza decisiva en las
batallas que impidieron que la
URSS fuese aniquilada.
Realizado con nuevas fibras
plásticas, capaces de contraerse ante el estímulo de una pequeña corriente
eléctrica, similares a los nervios humanos y clave de la robótica. Por tal
razón, era importante mantener el control de algunas compañias químicas que procesaban gas y
petróleo sólo para la fabricación de ciertos materiales plásticos. A falta de
petróleo, escaso, se emplearían seres orgánicos; humanos, muertos en batalla,
argumentó Smith.
La fuente energética principal,
seguiría por ahora siendo el sol, las últimas baterías eran de gran rendimiento
y se recargaban con sólo exponer los IT36 a la luz del día; su autonomía era de
36 horas.
Esencialmente, era una
supercomputadora de silicio con un programa de acción bélico, para disparar una
luz superconcentrada (Laser) a todo aquello de características humanas que no
llevase la clave Indigo, inserta en un micro chip debajo dela piel de su brazo izquierdo.
Medía 2 metros de alto, 50 cm de ancho, pesaba 50
kilos y tenía la apariencia de un
soldado más, era bastante ágil, podía caminar y correr casi con normalidad
humana. La comunicación era electromagnética es decir una especie de radio de
microondas y frecuencia variable. No necesitaba alimentos, ni dormir, ni
descanso, sólo podía pensar por su cuenta la acción de combate que más le
conviniera, pero sólo cuestiones de lógica matemática. Para detenerlo, exigía
una lluvia de buenas balas o simplemente una carga explosiva .
Por fuera, estaba cubierto con
una hoja de fibra de alta resistencia a los impactos y casco polimérico, más
resistente que el acero.; los sensores de video, infrarrojos y radiofrecuencia
estaban en el torso del ciber. La
identificación de cada uno, era un número hexadecimal, clave, inserto en un
microchip, mediante el cual se los podía reprogramar a distancia; dando nuevas
ordenes y destinos. Ante una eventual, rebelión, atacando a sus amos, era
autodestruidos por una micro carga escondida en el centro de su estructura, que
además, se activaba automáticamente si
alguien intentaba retirar su cerebro o apagarlo; de tal manera que en todos los
casos los IT-36 morían con un estallido final, desintegrándose totalmente,
de modo de no permitir reproducciones.
Se fabricarían en serie por
obreros robot, llamados “Soviet”, por los obreros rusos, que armados
protagonizaron la revolución bolchevique a comienzos del siglo XX
Las fábricas (Robfac)Factorías
Robotizadas; subterráneas y en penumbra, podían crear cien IT36 por día,
siempre que se les suministraran los insumos necesarios, que eran escasos,
críticos, estando bajo control del Imperio..
Una nueva serie de robots
estaban en lista. Los A-37(Limberg),
eran humanoides capaces de volar los nuevos modelos de aviones que se estaban construyendo en factorías,
semi robotizadas, pues allí había esclavos, trabajadores, que se oponían a los
Indigos, cómo así también miles de colaboradores que odiaban al gobierno
imperial desde hacía tiempo.
El A-37J, autopropulsado, aunque
experimental, era un humanoide sofisticado, con un cerebro que se acercaba a los 5000 tera bits de
memoria, a medio camino de la capacidad
humana. Podía volar, con unos
propulsores que llevaba incorporado a su espalda, veloz y ágil, a manera de un
pequeño jet; y era realmente mortal en sus rápidos vuelos rasantes.
Los U-38, eran humanoides
similares al A-37L, pero destinados a los nuevos submarinos U.
Los E-39G(Gagarin), eran los
encargados de hacer la guerra en el espacio, especialmente diseñados para
comandar las Lanzaderas espaciales y trabajar en órbita, en inmensas estaciones
espaciales.
Los generales del imperio,
impacientes, no tardaron en ordenar un primer ataque, a uno de los bunker donde
estaban atrincherados un grupo de
Indigos y sus ciervos. Lanzaron mil infantes contra el “Instituto de
Energía Nuclear”(Ien)), después de un intenso fuego cruzado, los Indigos se
rindieron, y el reactor experimental a punto de convertirse en una bomba
atómica, pudo ser controlado por los técnicos que esperaban en el lugar.
Poco se sabe de los índigos
capturados, es de suponer que conducidos a un lugar secreto, quizás fueran
torturados, en busca de planes y de
venganza.
En represalia, el “AMI”-(Alto
Mando Indigo), lanzó una lluvia de misiles
con químicos mortales, sobre la costa oeste americana; los muertos se
cuentan por millones, el lugar se ha convertido en un pandemonio, sólo azotado
por soldados enmascarados y saqueadores.
El oeste americano, ya no existe , declaró Smith, a la Televisión Indiga.
El Imperio , movilizó su
gigantesca flota de mar hacia el Mediterráneo y hacia el Mar de Japón, dos de
los enclaves imperiales y claves para los Índigos..
Una semana después, Europa y
Japón eran invadidas por tropas del imperio, en busca de refugios Indigos y
factorías robotizadas(Robfac) ocupadas.
Cuando los Infantes fueron
desplegados en Japón, unos de los grupos Índigos, lanzó desde varios dirigibles, millones de
“nanoinsectos robot”, que buscaban cualquier cosa que tenga una temperatura de
entre 36 y 37 ºC,
entonces se posaban sobre ellos y le inyectaban toxinas neurotóxicas o alguna
“nueva” Bacteria mortal;
convirtiendo a soldados jóvenes
y de salud perfecta en piltrafas humanas
en sólo un par de horas; a punto
que la única solución era sacrificarlos, en muchos casos por sus propios
compañeros, afectando la moral de los combatientes imperiales en extremo.
Los soldados imperiales, le llamaban
“abejas asesinas”, de tan sólo milímetros de diámetro, casi, no podían verse, así que los soldados, sólo
sentían el pinchazo y adiós mundo.
En Alemania, las tropas del
imperio atacarían un Laboratorio de
Tecnología Robótica. Rodeado, fue volado en pedazos, cuando desde los
escombros que tapaban el subsuelo,
aparecieron miles de IT-36, que por primera vez entraban en combate. Los
comandantes palidecieron cuando notaron
la agilidad que daban las nuevas fibras
fotoeléctricas, y las nuevas armas que emitían luz concentrada(Laser),
cómo en las películas de ciencia ficción,
y a la velocidad de la misma, llegaban al blanco y lo perforaban como si
fueran sopletes de plasma. Los protectores
antibalas, de nada servían eran de lo más obsoletos.
Los IT-36 fueron rodeados, pero
apareció un grupo de A-37L, que sobrevolando al enemigo a la velocidad de los
jet, aniquiló a cuanto batallón se le presentara, sólo derrumbaron a unos pocos
37, estallando éstos en el aire en mil pedazos.
Rápidamente, aparecieron tanquetas artilladas, los laser
se concentraron, y donde tocaba a las sofisticadas tanquetas, las perforaba
desarticulándolas.
Combatían en las calles de la gran ciudad,
donde ya se acumulaban toneladas de escombros; los ciudadanos escapaban de la
escena como podían, siendo en muchos casos alcanzados por el fuego amigo y
enemigo. Para los IT36, todo aquel que no contara con un chip registrable era
enemigo, de tal forma que el avance de los mismos era el mismo Apocalipsis.
Después de cruentas batallas,
entre miles de infantes y cientos de IT36 los bunker Indigos se fueron
retomando, uno a uno, calle a calle, desintegrándolos con explosivos de nueva
generación. La batalla se detuvo, miles de IT-36 fueron destruidos y sus
partes, aunque pequeñas fueron remitidas
a los laboratorios del imperio para
reproducir y tal vez, encontrar su talón de aquiles, que como todo
ingenio debía tener.
Hugo Smith, se trasladaba ahora
al bunker CCPO que albergaba el control
de los misiles instalados en satélites a 400 Km. de la tierra.
El próximo ataque puso a punto a
los U38, operaban a caballo de grandes torpedos, y se destruían al dar en el blanco, eran,
conductores de torpedos de alto poder
destructivo, uno sólo de ellos bastaba para volar medio portaaviones.
Una noche, los barcos anclados
en la bahía comenzaron a hundirse torpedeados por U·38. La marina del imperio,
casi nada pudo hacer, ni con sus barcos, ni con sus aviones embarcados. Eran
totalmente inútiles.
La tercera provincia Imperial,
ex Australia, recibió una nueva andanada desde el espacio, eran misiles
cargados con bacterias asesinas, gran
parte de las ciudades importantes sucumbieron de una hemorragia continua, donde
todos los esfuerzos por retener la sangre dentro de los cuerpos, fracasaba
desastrosamente. Por lo contrario, los edificios seguían allí relucientes.
Desde el alto mando Imperial, se
ordenó a las unidades, volar con explosivos penetrantes todas las unidades
donde todavía existan Indigos, con excepción de la base de Lanzamiento de
Misiles de la Guerra
de las Galaxias(CCPO).Temiendo una represalia contra el corazón del Imperio. .
Las represalias ya no importaban, de eso se trataba, atacándolos a cualquier
costo, tendrían una posibilidad de sobrevivir.
Los Bunker Indigos, institutos,
laboratorios y fabricaciones militares, fueron barridas sistemáticamente, los
Indigos sólo eran ahora grupos reducidos en algunas centrales nucleares y en
los centros de control de unidades espaciales, estaciones orbitales y centros
de lanzamiento.
Un nueva acción Indiga, barrió
la cuarta provincia Imperial(cuba), “Misiles Sonoros”SM-410” que destruían los
tímpanos y cerebros de los ciudadanos y
militares imperiales sin la adecuada protección. Cayeron suavemente en
paracaídas sobre la ciudad, emitiendo un sonido agudo, insoportable, que
perforaba los tímpanos de los ciudadanos como si fueran agujas a la velocidad
del sonido.; la ciudad se volvió sorda en tan sólo una hora.
Una nueva reunión de expertos
tuvo lugar en el corazón del Imperio,
bajo cientos de metro de roca viva, allí discutieron los pasos a seguir
para terminar con la crisis, si es que había alguna forma; los científicos
explicaron que los robot se alimentaban con luz solar, que producían la energía eléctrica que los movía y la luz
superconcentrada –laser- que estaba matando a sus soldados. Varias soluciones
se mencionaron en la mesa. Una de ellas,
sostenía que había que restringir de alguna forma que la luz del sol llegue a la tierra, apagando “literalmente al
mismo”. Podía moverse la luna para
generar un eclipse permanente
disminuyendo considerablemente la luz que recibirían sus supercélulas,
podían poner en el espacio un espejo en órbita
desviando los rayos del sol al espacio, por un tiempo, o provocar una
explosión nuclear en algún lugar del planeta para crear una capa de polvillo
temporal, (Invierno nuclear) que cubra el cielo por un par de años, cómo
ocurrió, con la muerte de los dinosaurios hace setenta millones de años, o
prepararse para enfrentar a los robot en la tierra y en el espacio.
Los E-39 G, ya habían sido lanzados
mediante lanzaderas disponibles y ocupaban tres
de las estaciones orbitales, el Laboratorio Experimental X21 , la Plataforma LunarM12
y la Plataforma
a Marte.M-02
Todos los astronautas, sin defensa habían sido
aniquilados y los Indigos tenían el control de las Plataformas, que no tenían
armas, pero si podían dejarse caer sobre la tierra en cuanto conocieran cómo
hacerlo. Buena parte de los Indigos se encontraban allí, pero el lugar, aún para seres superiores era peligroso y
complicado.
Una nueva reunión del alto mando
Imperial, trató el tema de los misiles en el espacio(CCPO) que estaban bajo control
Azul concluyó que era altamente probable
que hallan reprogramado sus objetivos y el ataque al oeste americano así lo
probaba. Se llegó a la conclusión que había que atacar el centro de control de
misiles espaciales(CCPO) y destruirlo,
no parecía haber otra solución. Atacar las naves, no era conveniente,
ellas estaban programadas para liberar
las cargas, ante un intento de
destrucción o desarme, contra
los objetivos fijados, a no ser que se autodestruyeran , pero cualquier objeto que se acercara
demasiado, sin las claves cibernéticas correspondientes, sería suficiente para
disparar las cargas mortales del más
diabólico surtido: Cargas atómicas,
químicas, bacteriológicas, todo tenía un objetivo definido, quien sabe cuales
serían ahora, semejante arsenal, girando
sobre la tierra y apuntando cada lugar que se le indique de antemano a los
computadores de a bordo.
Aunque todas tenían un programa
de autodestrucción, ninguna lo hizo cuando ya tarde, se le ordenó desde la
tierra. Así que ahora, atacando el centro de control y si se lo controlaba
militarmente rápido, cuando más podían lanzar las armas de uno o dos satélites,
y estudiando la situación y antes que pudieran fabricar más robot, era necesario jugar a la ruleta rusa, ahora mismo..Además de
preparase para interceptar los ataques
como si fueran misiles enemigos de algún
otro lugar de la tierra.
El ataque al Centro de Control
Misilístico del Espacio(CCPO) debía ser contundente, de lo contrario se
accionarían nuevos satélites mortales, y quizás sea el último día del hombre sobre la tierra. Se estudiaban
alternativas.
Entre otras detalles, el centro
de Control debía destruirse instantáneamente, y lo único capaz de hacerlo era
una bomba nuclear, reducida, quizás de
un kilotón, estaban estudiando las consecuencias, pero la hora cero ya se había
fijado para las seis de la mañana, faltaban sólo 6 horas y el conteo se activó. De no aparecer otra solución, el
sistema se activaría a la hora cero, y el aborto del mecanismo obedecería tan
sólo 2 minutos antes.
En el Centro de control, los radares
antimisiles estaban ajustados para que cualquier nave o misil que se
acercara a 100 Km
del mismo dispararía en serie cada unos de los setenta satélites de la fuerza
en el espacio conocida como ”Guerra de las Galaxias”, ideado durante la década
del ochenta y noventa, cuando todavía era un país y no un Imperio.
Allí estaba Smith, preocupado
por que cientos de camaradas habían desaparecido, la factorías de robot destruidas,
sólo quedaban unos pocos índigos que lo acompañaban, más sus camaradas en las
plataformas espaciales.
Esperaba el ataque, pero la
réplica sería ejemplificadora, casi nada sobreviviría en la tierra. Además
había apuntado los misiles con cabeza
nucleares del tipo H, directamente al centro del Imperio.
El ataque era inminente, sabía
que sería nuclear, pues estaban evacuando quinientos kilómetros a la redonda,
los satélites desde el cielo se lo mostraban en las pantallas con total
claridad.
Reunidos con sus camaradas
resolvieron anticiparse y lanzar el ataque ahora mismo.
Ordenó a sus controladores,
colocar las claves y lanzar un disco con un “ultimatun” y discurso explicando
una vez más lo insensato de los hombres,
y un saludo y victoria para sus camaradas que vivirían en el espacio para
siempre, quizás formando una nueva raza, aunque debían arreglárselas con lo disponible en las estaciones, donde se
ensayaban cultivos hidropónicos y otras tecnologías destinadas a colonizar Marte.
El conteo final comenzó ante los
ojos de los gobernantes del Imperio,
cuando unos de los militares gritó
¡ataquen ahora!, ¡las pantallas
muestran que se nos están anticipando!. . Pero todo mecanismo es relativo, y
por más innovador que sea, tiene su propio tiempo. llevaría minutos
descargar la bomba sobre el centro de comando misilístico, mientras que
el tiempo de llegada de los misiles lanzados desde el espacio; eran estimados
en cinco minutos.
La última orden de Smith salió disparada en
forma de pequeñísimas ondas hacia las antenas de los satélites mortales en órbitas geocéntricas, en una
fracción de segundo estuvieron en ellas. Pasaron algunos segundos, la orden
volvió a la tierra, verificó nuevamente la veracidad de la misma y volvió al
espacio. Segundos después, los contenedores se abrieron como una flor en la
tierra y quedaron listos para ser lanzados; algunos ajustaron el ángulo de
ataque, tal como habían sido
reprogramados, mientras los Indigos verificaban la exactitud de las
operaciones. Luego, una nueva orden
llegó a la tierra. “Misiles listos”, el conteo seguía su cuenta hacia atrás.
Smith, accionó “Enter” y uno a uno los satélites fueron disparando sus cargas que viajaron
hacia la tierra en línea recta, cada uno dirigiéndose a un blanco escogido con anticipación. Los Indigos a bordo de las estaciones observaban
silenciosamente la escena, después vieron como un hongo blanco y denso se levantaba
desde el centro este americano. Su camarada Hugo Smith, se había sacrificado
por ellos, pero la venganza iba en camino.
Los minutos transcurrían en la
tierra como si fueran segundos, ya no había nada que pudiera hacerse. Sus
propios inventos, sus propia tecnología los destruiría, además de toda forma de vida sobre el planeta, amigos y
enemigos.. Toda la tecnología que los engrandecía era su verdadera y implacable enemiga. Lo sabían
muy bien, no habría sobrevivientes y la tierra quedaría yerma por miles de
años.
Quince minutos después, cientos de misiles de varios países del mundo, eran lanzados
para interceptar semejante lluvia misilística, sin duda los cálculos más generosos señalaban que podían destruir
algunos cientos, pero no a más de setecientos misiles llegando juntos.
El mundo sería destruido en 3,005
minutos exactos.
Entre los desesperados ciudadanos
del Imperio cundió el pánico, algunos se suicidaban, otros ingresaban a antiguos
refugios anti nucleares, pero todo será en vano. El invierno nuclear se apoderaría de la tierra
por lo menos por cien años, dejándola estéril e inundada de radiaciones letales.
Desde las estaciones orbitales,
vieron como los misiles se aproximaban a
la tierra, con notable precisión luego las explosiones se sucedían cómo
relámpagos, llegaban a ellos escasos
microsegundos después y como poco a poco el planeta se convertía en una bola ardiente y se cubría de un velo
oscuro, como si fueran nubes.
En un par de horas ya no era
visible directamente, sino tan sólo, a través de grandes nubes de polvo y
cenizas.
Las Plataformas, en manos
Índigas quizás sobrevivan. Ahora no tenían alternativa y debían colonizar
Marte, ayudados, quizás, por lo E-39G.
Habían rebautizado al planeta con el nombre de Hugo Smith, y de aquí en más sólo les
aguardaba trabajo.
Uno de ellos recordó que el
hombre, estaba condenado a éste final; como tantos habían vociferado pero que
nadie escuchó.
Hugo Peyrach.
Mayo de 2006.
“Ciencia Ficción”.