martes, 17 de noviembre de 2015

El 13N-Historia de la Repetición-

EL 13N                                                      Por Hugo Peyrach.

Recuerdo muy bien los dos atentados  a la comunidad israelita en Buenos Aires-Argentina. En ambos casos, todo parece indicar que fueron represalias por acciones de nuestros funcionarios de turno, en aquel momento Carlos Menen y Cia., que quería a toda costa pertenecer al primer mundo y entonces se alistó en consonancia con la política internacional norteamericana, que lo llevó a participar, aunque sea mínimamente, de la guerra en el Golfo Pérsico, enviando al teatro de operaciones una fragata y una corbeta  argentina. A partir de aquí es bastante lógico imaginar los hechos que sobrevendrían,  tal el  compromiso con los EE UU, que evidentemente Menen tenía  desde dos puntos de vista. En primer lugar, si las cosas se ponían mal con la economía local podría  pedirle dólares al fondo monetario o al banco mundial con el consentimiento norteamericano, y  segundo, que enamorado de la tecnología pueda que le tiraran algún hueso que ya no le sirviera  a los americanos del norte por obsoleto  o por estar fuera de los parámetros internacionales  de medio ambiente. El resultado, fue más deuda externa y casi nada desde lo tecnológico, al contrario, lo obligaron a desmantelar el proyecto misilístico Cóndor II, aunque también, iluso, pues nunca funcionaría  si no de la mano de la tecnología central. Al final,  más de un centenar de jóvenes  argentinos, si sumamos ambos atentados, pagaron los disparates de nuestra conducción externa. Lo increíble, es que ni los familiares de los afectados, directamente, ni la ciudadanía, indirectamente, nunca se lo demandaron y es más, el pueblo, casi no se dio cuenta; Menen fue reelegido en 1995. Ni los costosos servicios de inteligencia, ni la justicia se dieron por aludidas, para el caso, o los casos, directamente e indirectamente, incompetentes.
Toda esta historia trágica se repite una y otra vez. Ahora, en  París. Es patético escuchar al primer mandatario francés Hollande, poner las cosas como si él y su gobierno no tendrían nada que ver con los atentados. Semanas atrás, su fuerza aérea bajo su control directo estaba bombardeando en  Siria, por la cual lucha una fracción Islámica, tratando de apoderarse militar y políticamente de ese país. Baya uno a saber por qué el gobierno Francés debe participar militarmente en la lejana Siria, aunque lo sospecho. Francia está entre los primeros países en la fabricación de armas; y a las mismas hay que ensayarlas y venderlas.Además, Siria vendería petróleo barato bajo un gobierno pro occidental, lo que sería difícil bajo un gobierno de corte musulmán o islámico.  Las acciones contra Siria conllevan un altísimo costo a cargo de los ciudadanos franceses, en dinero y en vidas, ya que los aviones deben ser reaprovisionados en el aire. Así las cosas, esto es muy sencillo y hasta obvio, si atacas a otro país militarmente debes, ante todo,  prepararte para eventuales  represalias, para eso los servicios secretos y las fuerzas de seguridad, que evidentemente ni se enteraron y por  otro carril, advertir a la población de acciones y  reacciones, pero, como temen oposiciones populares nada informan, todo es secreto. Ahora se comportan como víctimas. Hace un par de años vimos la repetición de los hechos argentinos en España, cuando por ambición de un poco de petróleo barato,  José M.Aznar cometió el mismo error y ocurrió lo de la estación de trenes de Atocha.
Lo mismo con Londres y con Rusia(A321), pero a menor escala, aquí la seguridad  interna tiene otro nivel, pero las Torres Gemelas  en Nueva York nos recuerdan que hasta los más listos, se les escapa la liebre.

Ensayo de Hugo Peyrach.
15 de Noviembre de 2015



lunes, 21 de septiembre de 2015

martes, 15 de septiembre de 2015

viernes, 4 de septiembre de 2015

VIEJO ALMACEN






                                                     VIEJO ALMACÉN


Sobre Bv. Mitre al 1.000 enfrentando a Gral. Paz,  al sur de las vías férreas, existió uno de los más antiguos almacenes de la ciudad de Leones. Posiblemente, fundado por   Feliciano Collado en los primeros años del siglo XX.  Un testigo me señaló  que su familia llegó al vecindario en 1926 y el negocio de Don Collado ya estaba allí.
Este inmigrante español, vaya uno a saber como llegó aquí,  lo cierto que constituyó  un importante almacén de abastecimiento para el otrora pujante barrio sur; muy cercano al taller de Santiago Rosso y donde Collado vendía a granel azúcar, yerba, harina, fideos; todo expuesto en grandes cajones de madera y  bolsas de arpillera.  Largos mostradores   bajos de madera rústica, donde a ambos lados se apoyaba la mercadería. . Sobre uno de   ellos la clásica balanza de platos de bronce que funcionaba con múltiples contrapesas y cuyo mecanismo se encontraba protegido por una caja de vidrio. También, los clásicos cajoncitos de dulces y  trozos de calabazas persistían en los extremos.
Había vino en bordalezas de madera.  Quesos y carnes embutidas en una jaula de un tejido muy fino a la que llamaba fiambrera. Todo se vendía por tanto, tantos centavos de esto o de aquello y se  envolvía en papeles de diarios como si fuera cerrando empanadas. Además, se despachaba kerosene, velas y utensilios de cocina, como cacharros y copas de grueso vidrio celeste entre otras.
Persistía, permanentemente, el aroma a las manzanas frescas.
El almacén, muy pintoresco, pues la mercadería coexistía con una  buena cantidad de gatos que dormían  sobre las bolsas de las mismas y nadie se inmutaba por ello.
Don Collado, probablemente de origen vasco, siempre llevaba una boina negra sobre su cabeza blanca y un lápiz negro en el oído derecho. Además, de un pañuelo batarás al cuello.
El ingreso al antiguo edificio era tipo medio punto, adornado con dos pilares  o columnas que la flanqueaban. Lo cerraban dos portones  de madera sólida.
El almacén de Don Collado, como se lo conocía, funcionó hasta mediado de los años sesenta. Por los pocos datos que pude obtener, primero habría muerto su esposa   Josefa y luego él.
Posteriormente,  el lugar permaneció cerrado  durante una o dos décadas. Más recientemente, el lugar fue reciclado dando origen a un nuevo emprendimiento comercial.
Hugo Peyrachia.-
“Hacedores”
26 de Noviembre de 2013

Pintura ilustrativa del autor.

domingo, 14 de diciembre de 2014

sábado, 18 de octubre de 2014

ÍNDIGOS-Cuento de Ciencia Ficción-

 




ÍNDIGOS



El mundo comenzaba a preocuparse, una nueva raza  había nacido; los niños índigos, que de adultos manifestaban señales de seres superiores.
Al año de vida, caminaban perfectamente, a los tres años hablaban correctamente y  entre los cinco y seis,  leían como un alumno del último año de la escuela elemental. A los siete,  el dominio de las computadoras personales maravillaba a maestros y familiares. Entre los 10 y 11 años completaban el colegio medio. Procedían de sólo seis naciones y pertenecían a  clases sociales altas.
El imperio, no tardó en interesarse por ellos y emitió un decreto que obligaba a partir de los 12 años su  traslado a la capital Imperial, donde terminarían de educarlos, mientras pasanteaban en diversos institutos y laboratorios de las más altas tecnologías y de las más variadas especialidades.
Pasaron algunos años y los Indigos seguían llegando a la Capital y al parecer, pasaron al staff de muchos de los laboratorios, institutos, empresas, centros de desarrollo tecnológicos y espaciales .
Un estudio realizado por la Central de Inteligencia Imperial(ICI) llegó a la conclusión  de que a la larga  los Indigos podrían ser una seria amenaza para la seguridad de  imperio, y como Herodes en tiempo bíblicos, el senado imperial ordenó secretamente su eliminación.
La falaz información se filtró, quien sabe por que rendija y los Indigos apelando a su superdotada inteligencia; decidieron contrarrestar la iniciativa.
Con el auxilio de sus  compañeros y algunos sectores del ejército que los respaldaron, los  Índigos y las fuerzas imperiales se enfrentaron en una inesperada guerra civil, de aniquilación  total, tecnológica, y a  cualquier costo.
En Alemania,  los Indigos  que investigaban en los laboratorios de robótica, armamento, aviación, químicos  y espaciales se rebelaron. En Japón, centros de robótica, electrónica de avanzada e  informática. Tanto en el Imperio como en Berlín y Tokio, la estrategia para detener los ejércitos imperiales noroccidentales fue sencilla, se apoderaron de algunas centrales nucleares en las que trabajaban y amenazaron con derramar una alta dosis de radiación. Ante los hechos, el alto mando imperial detuvo el plan de exterminio, sólo temporalmente, hasta tanto estas centrales fueran retomadas y los Indigos controlados. Para ello el AION(Fuerzas Armadas de Imperio) contaba con fuerzas especiales, especialmente entrenadas para resolver problemas dentro y fuera del imperio, pero nunca se habían enfrentado a una inteligencia superior, que superaba las normales en varios miles de  tera bits de memoria.
Bien analizado, el error había resultado fatal, un nuevo análisis del gobierno imperial llegó a la conclusión , de que toda la civilización occidental y quizás el mundo, estaba bajo una seria y concreta amenaza, la de sucumbir ante seres superiores y no precisamente llegados desde el espacio.
                                      Hugo Smith, el lider de los Índigos, desde el ITR(Instituto de Tecnología Robótica), organizaba mediante nuevo sofward, cada una de las posiciones que  mantendrían y el plan de acción, comenzaba a analizarse en las mesas  de los “Bunkers”. A  la hora 00, habría un foro interbunkers  para analizar los pasos a seguir.
Todos los centros estaban comunicados con diversos satélites  y el de Control de Lanzamiento  de Proyectiles Nucleares en Órbita”(CCPO), cavado debajo de una montaña de granito, en el centro del Imperio; había sido tomado y reprogramado. Sus misiles, ahora  no apuntaban al oriente medio, ni a china, sino al mismo centro del imperio y sus países periféricos o provincias imperiales..  Si eran avasallados, activarían los mismos. Señalaron desde el Control los azules.
El sistema  era casi imposible de  reprogramar, pues  todas las claves habían sido modificadas por los camaradas de Smith, de tal manera, que un vasto sector del imperio estaba  bajo amenaza del  armamento conocido vulgarmente, como “Guerra de las Galaxias”. Por lo que la situación era realmente grave, alarmante y complicada.
El mundo, al parecer, seguía andando, y si bien estaba pendiente de la TV, y de los acontecimientos, ya que ambos bandos tenían su propia información para el gran público y rápidamente se vio como cada uno falseaba las mismas, para impresionar al adversario, táctica en toda guerra, y  ganarse a la población civil o ciudadanos del imperio.
El Ejercito Imperial(AION) estaba paralizado. Con un presupuesto anual de  billones de dólares y más de 100 millones de hombres, no servían casi de nada; el ahora enemigo, estaba infiltrado y hasta hace poco tiempo  trabajaba gustosamente para el mismo imperio.
 Hace  más de 2000 años, el Imperio Romano,  había sucumbido a la infiltración de los germanos (Bárbaros) que  hicieron desaparecer el Imperio occidental en el año 476.
 Estudiando la situación, por el momento, era imposible pensar en una acción directa de toma de tantos lugares diversos y  claves, pero se estaba estudiando y no se descartaba. Aunque sabían muy bien los generales que sería una locura asaltar o volar un “búnker”, como llamaban a las críticas  instalaciones tomadas. Ante la posibilidad de represalia, y  que los índigos desaten una lluvia de misiles nucleares, químicos o bacteriológicos, que exterminarían la vida, al menos de la capital  y tal vez, de todo el  Imperio.
El último intento de apoderarse del mundo, lo realizó el paranoico Adolfo Hitler, entre 1938 y 1942, invadiendo Checoslovaquia, Austria, y Polonia; más tarde se apoderó de Bélgica, Francia, Holanda, Dinamarca, Suecia y Noruega. Bombardeo Inglaterra durante un mes, con oleadas de miles de aviones y toneladas de bombas. Luego, decidió invadir la URSS con la famosa “Operación Barbarroja”, cuyo comienzo fue devastador, llegando en septiembre del 41 a las puertas mismas  de Moscú.
Sitió la ciudad de Leningrado al norte y jaqueó a Stalingrado al sureste; precisamente  en ésta última es derrotado el Ejército 6-de Von Paulus, comienzo del fín del tercer Reich, como llamaba Hitler a su aventura, que le costó al mundo 50 millones de víctimas.Subestimando al pueblo ruso, en cuanto a táctica, armamento, capacidad creativa y trabajo. Stalin, otro paranoico se  encargó de darle una lección al Furher alemán, y a principios de 1945 los rusos ingresaron a Berlín, desbastándola y violando a ciento de miles de mujeres. Hitler, se suicidó. Su intención era  conquistar el mundo;  a través del norte de Africa tomaría los pozos petrolíferos de  oriente medio, misión a cargo del África  Korps, al mando del M. Rommel.  Japón atacaría a Rusia por oriente. Luego, le  tocaría a Inglaterra. Posteriormente, los nazis harían base un Sudamérica para aniquilar a los EEUU, por el este. Los japoneses lo harían por el pacífico.(oeste).
Alemania, se apodaría  del mundo pero sólo admitiría arios, el resto estaba destinado a los campos de concentración y a las cámaras de gas. Su principio, de que la raza aria era superior, creadora de la cultura y del conocimiento del mundo no debía pervertirse, mezclándose con otras impuras, sólo terminarían arruinando su linaje, criterio éste, que llevó al asesinato de  millones de europeos, en campos de trabajos forzados y  de  atroces experimentos humanos.

Mientras tanto los Índigos se organizaban, Hugo Smith impartía las Directivas para la fabricación de los  modelos experimentales de robots militares. 
Los “Centros de Robótica” (IRC)) se pusieron en funcionamiento y varios modelos experimentales  pasaron a las líneas de producción;  entrarían en acción urgentemente y por primera vez.
Entre ellos, se destacaba un robot soldado o infante experimental, al que los Indigos  llamaron IT36 en recordación al Tanque ruso T36, quizás  la pieza decisiva en las batallas que impidieron que la URSS fuese aniquilada.
Realizado con nuevas fibras plásticas, capaces de contraerse ante el estímulo de una pequeña corriente eléctrica, similares a los nervios humanos y clave de la robótica. Por tal razón, era importante mantener el control de algunas  compañias químicas que procesaban gas y petróleo sólo para la fabricación de ciertos materiales plásticos. A falta de petróleo, escaso, se emplearían seres orgánicos; humanos, muertos en batalla, argumentó  Smith.
La fuente energética principal, seguiría por ahora siendo el sol, las últimas baterías eran de gran rendimiento y se recargaban con sólo exponer los IT36 a la luz del día; su autonomía era de 36 horas.
Esencialmente, era una supercomputadora de silicio con un programa de acción bélico, para disparar una luz superconcentrada (Laser) a todo aquello de características humanas que no llevase la clave Indigo, inserta en un micro chip  debajo dela piel de su brazo izquierdo.
Medía 2 metros de alto, 50 cm de ancho, pesaba 50 kilos y tenía la apariencia  de un soldado más, era bastante ágil, podía caminar y correr casi con normalidad humana. La comunicación era electromagnética es decir una especie de radio de microondas y frecuencia variable. No necesitaba alimentos, ni dormir, ni descanso, sólo podía pensar por su cuenta la acción de combate que más le conviniera, pero sólo cuestiones de lógica matemática. Para detenerlo, exigía una lluvia de buenas balas o simplemente una carga  explosiva . 
Por fuera, estaba cubierto con una hoja de fibra de alta resistencia a los impactos y casco polimérico, más resistente que el acero.; los sensores de video, infrarrojos y radiofrecuencia estaban  en el torso del ciber. La identificación de cada uno, era un número hexadecimal, clave, inserto en un microchip, mediante el cual se los podía reprogramar a distancia; dando nuevas ordenes y destinos. Ante una eventual, rebelión, atacando a sus amos, era autodestruidos por una micro carga escondida en el centro de su estructura, que además, se activaba  automáticamente si alguien intentaba retirar su cerebro o apagarlo; de tal manera que en todos los casos los IT-36 morían con un estallido final, desintegrándose totalmente, de  modo de no permitir reproducciones.
Se fabricarían en serie por obreros robot, llamados “Soviet”, por los obreros rusos, que armados protagonizaron la revolución bolchevique a comienzos del siglo XX
Las fábricas (Robfac)Factorías Robotizadas; subterráneas y en penumbra, podían crear cien IT36 por día, siempre que se les suministraran los insumos necesarios, que eran escasos, críticos, estando bajo control del Imperio..
Una nueva serie de robots estaban en  lista. Los A-37(Limberg), eran humanoides capaces de volar los nuevos modelos de aviones  que se estaban construyendo en factorías, semi robotizadas, pues allí había esclavos, trabajadores, que se oponían a los Indigos, cómo así también miles de colaboradores que odiaban al gobierno imperial desde hacía tiempo.
El A-37J, autopropulsado, aunque experimental, era un humanoide sofisticado, con un cerebro  que se acercaba a los 5000 tera bits de memoria, a medio camino de la  capacidad humana. Podía volar, con  unos propulsores que llevaba incorporado a su espalda, veloz y ágil, a manera de un pequeño jet; y era realmente mortal en sus rápidos vuelos rasantes.
Los U-38, eran humanoides similares al A-37L, pero destinados a los nuevos submarinos U.
Los E-39G(Gagarin), eran los encargados de hacer la guerra en el espacio, especialmente diseñados para comandar las Lanzaderas espaciales y trabajar en órbita, en inmensas estaciones espaciales.

Los generales del imperio, impacientes, no tardaron en ordenar un primer ataque, a uno de los bunker donde estaban atrincherados un grupo de  Indigos  y sus ciervos.  Lanzaron mil infantes contra el “Instituto de Energía Nuclear”(Ien)), después de un intenso fuego cruzado, los Indigos se rindieron, y el reactor experimental a punto de convertirse en una bomba atómica, pudo ser controlado por los técnicos que esperaban en el lugar.
Poco se sabe de los índigos capturados, es de suponer que conducidos a un lugar secreto, quizás fueran torturados, en busca de planes  y de venganza.
En represalia, el “AMI”-(Alto Mando Indigo), lanzó una lluvia de misiles  con químicos mortales, sobre la costa oeste americana; los muertos se cuentan por millones, el lugar se ha convertido en un pandemonio, sólo azotado por soldados enmascarados y  saqueadores. El oeste americano, ya no existe , declaró Smith, a la Televisión Indiga.
El Imperio , movilizó su gigantesca flota de mar hacia el Mediterráneo y hacia el Mar de Japón, dos de los enclaves imperiales y claves para los Índigos..
Una semana después, Europa y Japón eran invadidas por tropas del imperio, en busca de refugios Indigos y factorías robotizadas(Robfac) ocupadas.
Cuando los Infantes fueron desplegados en Japón, unos de los grupos Índigos, lanzó  desde varios dirigibles, millones de “nanoinsectos robot”, que buscaban cualquier cosa que tenga una temperatura de entre 36 y 37 ºC, entonces se posaban sobre ellos y le inyectaban toxinas neurotóxicas o alguna “nueva” Bacteria mortal;
convirtiendo a soldados jóvenes y de salud perfecta en piltrafas humanas  en sólo un  par de horas; a punto que la única solución era sacrificarlos, en muchos casos por sus propios compañeros, afectando la moral de los combatientes imperiales en extremo.
Los soldados imperiales, le llamaban “abejas asesinas”, de tan sólo milímetros de diámetro, casi,  no podían verse, así que los soldados, sólo sentían el pinchazo y adiós  mundo.

En Alemania, las tropas del imperio atacarían un Laboratorio de  Tecnología Robótica. Rodeado, fue volado en pedazos, cuando desde los escombros  que tapaban el subsuelo, aparecieron miles de IT-36, que por primera vez entraban en combate. Los comandantes  palidecieron cuando notaron la agilidad que daban las nuevas fibras  fotoeléctricas, y las nuevas armas que emitían luz concentrada(Laser), cómo en las películas de ciencia ficción,       y a la velocidad de la misma, llegaban al blanco y lo perforaban como si fueran  sopletes de plasma. Los protectores antibalas, de nada servían eran de lo más obsoletos.
Los IT-36 fueron rodeados, pero apareció un grupo de A-37L, que sobrevolando al enemigo a la velocidad de los jet, aniquiló a cuanto batallón se le presentara, sólo derrumbaron a unos pocos 37, estallando éstos en el aire en mil pedazos.
Rápidamente,  aparecieron tanquetas artilladas, los laser se concentraron, y donde tocaba a las sofisticadas tanquetas, las perforaba desarticulándolas.
 Combatían en las calles de la gran ciudad, donde ya se acumulaban toneladas de escombros; los ciudadanos escapaban de la escena como podían, siendo en muchos casos alcanzados por el fuego amigo y enemigo. Para los IT36, todo aquel que no contara con un chip registrable era enemigo, de tal forma que el avance de los mismos era el mismo Apocalipsis.
Después de cruentas batallas, entre miles de infantes y cientos de IT36 los bunker Indigos se fueron retomando, uno a uno, calle a calle, desintegrándolos con explosivos de nueva generación. La batalla se detuvo, miles de IT-36 fueron destruidos y sus partes, aunque pequeñas  fueron remitidas a los laboratorios del imperio para  reproducir y tal vez, encontrar su talón de aquiles, que como todo ingenio debía tener.
Hugo Smith, se trasladaba ahora al  bunker CCPO que albergaba el control de los misiles instalados en satélites a 400 Km. de la tierra.
El próximo ataque puso a punto a los U38, operaban a caballo de grandes torpedos, y  se destruían al dar en el blanco, eran, conductores de torpedos  de alto poder destructivo, uno sólo de ellos bastaba para volar medio  portaaviones.
Una noche, los barcos anclados en la bahía comenzaron a hundirse torpedeados por U·38. La marina del imperio, casi nada pudo hacer, ni con sus barcos, ni con sus aviones embarcados. Eran totalmente inútiles.
La tercera provincia Imperial, ex Australia, recibió una nueva andanada desde el espacio, eran misiles cargados con  bacterias asesinas, gran parte de las ciudades importantes sucumbieron de una hemorragia continua, donde todos los esfuerzos por retener la sangre dentro de los cuerpos, fracasaba desastrosamente. Por lo contrario, los edificios seguían allí relucientes.
Desde el alto mando Imperial, se ordenó a las unidades, volar con explosivos penetrantes todas las unidades donde todavía existan Indigos, con excepción de la base de Lanzamiento de Misiles de la Guerra de las Galaxias(CCPO).Temiendo una represalia contra el corazón del Imperio. . Las represalias ya no importaban, de eso se trataba, atacándolos a cualquier costo, tendrían una posibilidad de sobrevivir.
Los Bunker Indigos, institutos, laboratorios y fabricaciones militares, fueron barridas sistemáticamente, los Indigos sólo eran ahora grupos reducidos en algunas centrales nucleares y en los centros de control de unidades espaciales, estaciones orbitales y centros de lanzamiento.
Un nueva acción Indiga, barrió la cuarta provincia Imperial(cuba), “Misiles Sonoros”SM-410” que destruían los tímpanos y  cerebros de los ciudadanos y militares imperiales sin la adecuada protección. Cayeron suavemente en paracaídas sobre la ciudad, emitiendo un sonido agudo, insoportable, que perforaba los tímpanos de los ciudadanos como si fueran agujas a la velocidad del sonido.; la ciudad se volvió sorda en tan sólo una hora.
Una nueva reunión de expertos tuvo lugar en el corazón del Imperio,  bajo cientos de metro de roca viva, allí discutieron los pasos a seguir para terminar con la crisis, si es que había alguna forma; los científicos explicaron que los robot se alimentaban con luz solar, que producían la  energía eléctrica que los movía y la luz superconcentrada –laser- que estaba matando a sus soldados. Varias soluciones se mencionaron en la mesa. Una  de ellas, sostenía que había que restringir de alguna forma que la luz del sol  llegue a la tierra, apagando “literalmente al mismo”. Podía moverse  la luna para generar un eclipse permanente  disminuyendo considerablemente la luz que recibirían sus supercélulas, podían poner en el espacio un espejo en órbita  desviando los rayos del sol al espacio, por un tiempo, o provocar una explosión nuclear en algún lugar del planeta para crear una capa de polvillo temporal, (Invierno nuclear) que cubra el cielo por un par de años, cómo ocurrió, con la muerte de los dinosaurios hace setenta millones de años, o prepararse para enfrentar a los robot en la tierra y en el espacio.

Los E-39 G, ya habían sido lanzados mediante lanzaderas disponibles y ocupaban tres  de las estaciones orbitales, el Laboratorio Experimental X21 , la Plataforma LunarM12 y la Plataforma a Marte.M-02
Todos los  astronautas, sin defensa habían sido aniquilados y los Indigos tenían el control de las Plataformas, que no tenían armas, pero si podían dejarse caer sobre la tierra en cuanto conocieran cómo hacerlo. Buena parte de los Indigos se encontraban allí, pero el lugar,  aún para seres superiores era peligroso y complicado.

Una nueva reunión del alto mando Imperial, trató el tema de los misiles en el espacio(CCPO) que estaban bajo control Azul concluyó  que era altamente probable que hallan reprogramado sus objetivos y el ataque al oeste americano así lo probaba. Se llegó a la conclusión que había que atacar el centro de control de misiles espaciales(CCPO) y destruirlo,  no parecía haber otra solución. Atacar las naves, no era conveniente, ellas estaban programadas  para  liberar  las cargas, ante un intento de
destrucción o desarme, contra los objetivos fijados, a no ser que se autodestruyeran  , pero cualquier objeto que se acercara demasiado, sin las claves cibernéticas correspondientes, sería suficiente para disparar  las cargas mortales del más diabólico surtido:  Cargas atómicas, químicas, bacteriológicas, todo tenía un objetivo definido, quien sabe cuales serían ahora,  semejante arsenal, girando sobre la tierra y apuntando cada lugar que se le indique de antemano a los computadores de a bordo.
Aunque todas tenían un programa de autodestrucción, ninguna lo hizo cuando ya tarde, se le ordenó desde la tierra. Así que ahora, atacando el centro de control y si se lo controlaba militarmente rápido, cuando más podían lanzar las armas de uno o dos satélites, y estudiando la situación y antes que pudieran fabricar más  robot, era necesario jugar  a la ruleta rusa, ahora mismo..Además de preparase para interceptar los  ataques como si fueran misiles enemigos  de algún otro lugar de la tierra. 
El ataque al Centro de Control Misilístico del Espacio(CCPO) debía ser contundente, de lo contrario se accionarían nuevos satélites mortales, y quizás sea el último día del  hombre sobre la tierra. Se estudiaban alternativas.
Entre otras detalles, el centro de Control debía destruirse instantáneamente, y lo único capaz de hacerlo era una bomba nuclear, reducida,  quizás de un kilotón, estaban estudiando las consecuencias, pero la hora cero ya se había fijado para las seis de la mañana, faltaban sólo 6 horas y el conteo se  activó. De no aparecer otra solución, el sistema se activaría a la hora cero, y el aborto del mecanismo obedecería tan sólo  2 minutos antes.
 En el Centro de  control,   los radares   antimisiles estaban ajustados para que cualquier nave o misil que se acercara a 100 Km del mismo dispararía en serie cada unos de los setenta satélites de la fuerza en el espacio conocida como ”Guerra de las Galaxias”, ideado durante la década del ochenta y noventa, cuando todavía era un país y no un Imperio.
Allí estaba Smith, preocupado por que cientos de camaradas habían desaparecido, la factorías de robot destruidas, sólo quedaban unos pocos índigos que lo acompañaban, más sus camaradas en las plataformas espaciales.
Esperaba el ataque, pero la réplica sería ejemplificadora, casi nada sobreviviría en la tierra. Además había apuntado los misiles con  cabeza nucleares del tipo H, directamente al centro del Imperio.
El ataque era inminente, sabía que sería nuclear, pues estaban evacuando quinientos kilómetros a la redonda, los satélites desde el cielo se lo mostraban en las pantallas con total claridad.
Reunidos con sus camaradas resolvieron anticiparse y lanzar el ataque ahora mismo.
Ordenó a sus controladores, colocar las claves y lanzar un disco con un “ultimatun” y discurso explicando una vez más  lo insensato de los hombres, y un saludo y victoria para sus camaradas que vivirían en el espacio para siempre, quizás formando una nueva raza, aunque debían arreglárselas  con lo disponible en las estaciones, donde se ensayaban cultivos hidropónicos y otras tecnologías  destinadas a colonizar Marte.
El conteo final comenzó ante los ojos de los gobernantes del Imperio,   cuando unos de los militares gritó  ¡ataquen  ahora!, ¡las pantallas muestran que se nos están anticipando!. . Pero todo mecanismo es relativo, y por más innovador que sea, tiene su propio tiempo. llevaría   minutos  descargar la bomba sobre el centro de comando misilístico, mientras que el tiempo de llegada de los misiles lanzados desde el espacio; eran estimados en cinco minutos.
 La última orden de Smith salió disparada en forma de pequeñísimas ondas hacia las antenas de los satélites  mortales en órbitas geocéntricas, en una fracción de segundo estuvieron en ellas. Pasaron algunos segundos, la orden volvió a la tierra, verificó nuevamente la veracidad de la misma y volvió al espacio. Segundos después, los contenedores se abrieron como una flor en la tierra y quedaron listos para ser lanzados; algunos ajustaron el ángulo de ataque, tal como habían sido  reprogramados, mientras los Indigos verificaban la exactitud de las operaciones.  Luego, una nueva orden llegó a la tierra. “Misiles listos”, el conteo seguía su cuenta hacia atrás. Smith, accionó “Enter” y uno a uno los satélites  fueron disparando sus cargas que viajaron hacia la tierra  en línea  recta, cada uno dirigiéndose a un  blanco escogido con anticipación. Los  Indigos a bordo de las estaciones observaban silenciosamente la escena, después vieron como un hongo blanco y denso se levantaba desde el centro este americano. Su camarada Hugo Smith, se había sacrificado por ellos, pero la venganza iba en camino.
Los minutos transcurrían en la tierra como si fueran segundos, ya no había nada que pudiera hacerse. Sus propios inventos, sus propia tecnología los destruiría, además de  toda forma de vida sobre el planeta, amigos y enemigos.. Toda la tecnología que los engrandecía era  su verdadera y implacable enemiga. Lo sabían muy bien, no habría sobrevivientes y la tierra quedaría yerma por miles de años.
Quince minutos después,  cientos de misiles  de varios países del mundo, eran lanzados para interceptar semejante lluvia misilística, sin duda los cálculos más  generosos señalaban que podían destruir algunos cientos, pero no a más de setecientos misiles llegando  juntos.
El mundo sería destruido en 3,005 minutos exactos.
Entre los desesperados ciudadanos del Imperio cundió el pánico, algunos se suicidaban, otros ingresaban a  antiguos  refugios anti nucleares, pero todo será en vano.  El invierno nuclear se apoderaría de la tierra por lo menos por cien años, dejándola estéril  e inundada de radiaciones letales.
Desde las estaciones orbitales, vieron  como los misiles se aproximaban a la tierra, con notable precisión luego las explosiones se sucedían cómo relámpagos, llegaban a ellos  escasos microsegundos después y como poco a poco el planeta se convertía  en una bola ardiente y se cubría de un velo oscuro, como si fueran nubes.
En un par de horas ya no era visible directamente, sino tan sólo, a través de grandes nubes de polvo y cenizas.
Las Plataformas, en manos Índigas quizás sobrevivan. Ahora no tenían alternativa y debían colonizar Marte, ayudados, quizás,  por lo E-39G.
 Habían rebautizado  al planeta con el nombre de Hugo  Smith, y de aquí en más sólo les aguardaba  trabajo.
Uno de ellos recordó que el hombre, estaba condenado a éste final; como tantos habían vociferado pero que nadie escuchó.

Hugo Peyrach.
Mayo de 2006.

“Ciencia Ficción”.